jueves, 1 de diciembre de 2011

Carta de una Infancia Rota a manos de un maltratador



Soy una menor de 16 años y he estado cinco años separada de mi madre en contra de mi voluntad, me dirijo a todas las asociaciones y a toda la gente que puede hacer algo, por los niños, que por favor se dejen de tantas palabras para proteger a los niños, porque nada de lo que dicen es cierto, y después cuando estamos sometidos a una situación de maltrato, nadie hace nada por nosotros. Escribo esta carta, con el único fin de que se escuche la voz y el llanto de los menores que hoy se encuentran en la misma situación en la que yo estuve.

A pesar de nuestra corta edad tenemos el conocimiento suficiente y la responsabilidad
para saber cuando estamos protegidos y cuando no. Por desgracia yo se lo suficiente y quiero pedir por favor que mi experiencia no se repita, nunca más con ningún niño y que los niños que están separados de sus madres les dejen volver con ellas.

Pero desgraciadamente se sigue repitiendo, nos separan de nuestras madres, de la familia que siempre estuvo ahí. Nos separan de nuestras madres que se desvelaban cuando estábamos enfermos, preocupadas por nuestra educación, nuestro bienestar, haciendo lo difícil fácil, y manteniéndonos siempre al margen posible, de cualquier cosa que nos hiciese daño.

Pero a nuestras madres las culparon de nuestro rechazo a irnos con nuestros padres, y les taparon la boca con el llamado SAP, y así todo cuanto decían o hacían para defendernos se volvía en su contra y en nuestra contra. Todo lo que mi madre hacía para recuperarme era síntoma de sap.

A las madres las condenan al silencio y con ello a la tortura de la indefensión, y a nosotros nos condenan a vivir con quien no queremos separándonos de nuestra madre. Nos entregan a vivir con unos padres que jamás nos trataron con el amor, y el respeto que un padre trata a un hijo.

El amor se basa en el respeto, y para ellos respeto es amenazar, utilizar la policía para llevarnos a la fuerza, hacernos peregrinar por largos procesos judiciales porque no aceptan que no los queramos, y ellos piensan que somos de su propiedad.

Estos padres nos tratan con su autoridad basada en las imposiciones y agresiones que antes sufrían nuestras madres y ahora se hacen extensivas a los hijos.

Pero eso a nadie le importa, lo que importa es la ley que dicta un juez sin tener en cuenta a los niños. No se ponen a pensar en que situación de desamparo nos dejan, pasan por alto nuestros sentimientos, los malos tratos recibidos, ordenes de alejamiento y cualquier cosa lo suficientemente grave. De manera que nos tratan como objetos, pensando que no sentimos ni padecemos, condenándonos a vivir con quien jamás nos dio el amor de padre y solo nos instruye en el miedo, el terror, y la amenaza de que nos olvidemos de regresar con nuestra madre, y seguimos a merced de su voluntad y de sus actos.

El terror se instalo en nuestras vidas por siempre, no hay salida para los niños, un juez decidió que era lo mejor para nosotros sin preguntar lo que deseábamos. No importaba nada, pues los jueces deciden por nosotros, mientras nuestras madres luchan por el bienestar de sus hijos en el silencio buscando la ayuda mas remota en alguien que se interese por la grave situación de desamparo que corremos, pero hasta tocar todas las puertas que estén a su alcance es síntoma de SAP.

Mientras viven la angustia y la injusticia que se comete con los más débiles, siguen luchando como leonas para defender a sus cachorros, y apartarlos del horror y miedo que están viviendo, y en algunos casos luchan por apartarlos de una muerte segura.

Muchas de nuestras madres luchan hasta el desvanecimiento pero no tiran nunca la toalla.
El tirar la toalla es un lujo que no se pueden permitir, además que su instinto y naturaleza no se lo permite. No la tiran porque saben que nuestras vidas penden de un hilo, y solo ellas son las que nos pueden sacar de esta mentira que es el sap. A pesar de todos los inconvenientes y trabas judiciales, nada fáciles de digerir tienen la capacidad de trasmitirnos FUERZA AMOR Y ESPERANZA, cuando nos ven tienen la sonrisa preparada para trasmitir confianza y amor.

Y con eso somos capaces de sobrevivir hasta la próxima visita, donde una vez más esperamos que nos trasmita su fe y su esperanza de que todo esto acabara pronto y volveremos a sonreír todos juntos. A pesar de esconder tras su maquillaje sus ojeras, e intentar aparentar que todo esta bien, seguir sonriendo… los hijos sabemos que por dentro se muere de dolor porque en unas hora dejara de arroparnos y su calor ya no será palpable.

Pero sabemos que día y noche su pensamiento y corazón esta con nosotros, eso nos da la fuerza para soportar los malos modales de nuestro padre y progenitor aunque yo me quedaría con el simple nombre de padre biológico es más que suficiente.

Hoy pido respuestas a todos los que me hicieron daño, quiero que me expliquen por qué a mí, por qué no me escuchaban cuando decía que quería estar con mi madre, por qué me destrozaron y me robaron esos cinco años. Hoy quiero pedir explicaciones a todos los que decidieron por mí sin tener en cuenta lo que yo deseaba, a todos los que me arrancaron de los brazos de mi madre donde nos sentíamos seguros.

A quien menos le importaba nuestro bienestar y nuestros sentimientos, era al que ejecutaba el maltrato porque la ley así se lo permitía mientras la agonía se apoderaba de nosotras.

Pensé que nunca saldría con vida de allí, la esperanza de vivir era cada vez menor ya nos faltaban las fuerzas y cuando la persona que nos la trasmitía desapareció de la noche a la mañana, quedamos huérfanas de madre por completo, el señor que dicta las leyes decidió que nuestra madre era mejor sacarla de nuestras vidas, ¿alguien se puede imaginar que es eso para un niño que quiere a su madre? Estuvimos más de 9 meses sin saber de ella, porque decían que influía negativamente y para borrar el sap era mejor no tener contacto con ella.

Nadie nos decía nada, nuestra madre había desaparecido. Cuando reunimos todas las fuerzas para atrevernos a preguntar que había pasado, o bien obteníamos el bofetón por respuesta o una gran historia trágica llena de mentiras donde la culpable de todo era nuestra madre.

Hoy me siento con fuerzas de gritar por esos niños que fueron arrancados a sus madres y viven el infierno que yo viví. El infierno que viven esas madres y eso hijos/as por el simple hecho de acuñarles es SAP SINDROME DE ALINEACION PARENTAL.

Me he documentado lo suficiente para entender qué es esta gran mentira que utilizaron para separaros de nuestra madre. Hoy mi madre quisiera mantenerme al margen de todo esto, pero yo no puedo. Necesito decir muy alto que me hicieron mucho daño, y que hay muchos niños que hoy están aislados de sus madres, en contra de lo que ellos quieren, en condiciones inhumanas, privándolos de salud, libertad y protección. Niños que sus vidas corren el mismo peligro que yo tuve. ¿Hasta cuando la sociedad va a permanecer quieta? ¿Cuánto dolor tienen que ver para que los que mandan hagan algo? ¿Qué tiene que pasar para que los jueces escuchen a los menores, y los traten como personas con sentimientos? ¿Cuánto tiempo las madres tienen que estar en silencio mientras ven que sus hijos sufren y son condenados robándoles la infancia?

DESEO DE TODO CORAZON QUE ESTA CARTA LLEGUE INTEGRA A TODAS LAS ASOCIACIONES, A TODA LA GENTE QUE DE VERDAD PUEDE HACER ALGO POR TODOS LOS NIÑOS QUE NO NOS TIENEN EN CUENTA Y PODER SER LA VOZ DE TANTOS Y TANTOS NIÑOS /AS QUE NO PUEDEN HABLAR. LA VIDA DE ESTOS NIÑOS PENDE DE UN HILO PIDO LA AYUDA DE TODOS POR Y PARA ELLOS.

SE DE MUCHOS NIÑOS QUE ESTAN SUFRIENDO TANTO COMO YO HE SUFRIDO, LE PODIA DECIR MUCHOS NOMBRES, PERO HOY QUIERO PEDIR Y GRITAR AYUDA PARA TODOS ELLOS

Espero que tenga en consideración el grito de auxilio de esta carta y actúen en consecuencia

Mª Carmen C.R.