viernes, 17 de febrero de 2012

La Academia Americana de Pediatría (AAP) reconoce que "ser testigo de violencia doméstica puede ser tan traumático para el niño como ser víctima de abusos físicos o sexuales"

La Academia Americana de Pediatría (AAP) reconoce que "ser testigo de violencia doméstica puede ser tan traumático para el niño como ser víctima de abusos físicos o sexuales". Se consideran expuestos a la violencia de género en su ámbito familiar a todos los menores que viven en un hogar donde su padre o el compañero de su madre es violento contra la mujer. En los hogares donde impera la violencia, los hijos e hijas presentan hasta 15 veces mayor probabilidad de padecermaltrato físico, abusos sexuales y negligencia, que en los hogares no violentos.
Numerosos estudios de investigación han demostrado que los menores expuestos a la violencia de género pueden padecer problemas físicos, transtornos psicológicos, problemas de conducta y dificultades cognitivas derivados de su exposición a la violencia.

Alteraciones en los niños expuestos a la violencia de género

Problemas físicos: 
- Retraso en el crecimiento 
- Transtornos de la conducta alimentaria (inapetencia, anorexia, bulimia) 
- Dificultad o problemas en el sueño 
- Regresiones, menos habilidades motoras 
- Síntomas psicosomáticos (alergias, asma, ezcemas, cefaleas, dolor abdominal, enuresis nocturna...)

Problemas emocionales: 
- Ansiedad 
- Ira 
- Depresión, aislamiento 
- Transtornos de la autoestima 
- Estrés post-traumático y proceso traumático 
- Transtornos del apego o de la vinculación 

Problemas cognitivos: 
- Retraso en el aprendizaje del lenguaje y del desarrollo verbal 
- Retraso del desarrollo cognitivo 
- Alteración del rendimiento escolar 

Problemas de conducta:
- Violencia hacia los demás (agresión, delincuencia, crueldad con animales) 
Rabietas, desinhibiciones, inmadurez 
- Déficit de atención-hiperactividad 
- Toxodependencias 
- Conductas autodestructivas 

Problemas sociales: 
- Escasas habilidades sociales 
- Introspección o retraimiento 
- Transtornos de la empatía 

Todas las alteraciones enumeradas, según reconoce la Federación de Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, presentan diferentes características según la edad del niño, el género y el nivel de desarrollo, el tipo, la frecuencia y la severidad de la violencia, el tipo de intervención judicial, el acúmulo de factores estresantes y la presencia de factores de protección o resilientes. 

Cómo afecta la violencia de género a los niños según su edad

Por edades, los cuidados, atención y afecto que reclaman los niños menores de 5 años no pueden ser respondidos adecuadamente por sus madres, las víctimas, y son el grupo de edad más expuesto y vulnerable a la violencia. Estos niños y niñas presentan estancamiento del peso,alteraciones del sueño, transtornos de la alimentación, problemas de control de esfínteres, ansiedad, tristeza y llanto inconsolable. Suelen comportarse con más agresividad en sus interacciones personales y, a menudo, se sienten responsables de los conflictos de sus padres. 
Los niños y las niñas de entre 6 y 12 años tienen mayor control de sus emociones, capacidad de razonamiento, un círculo social más amplio. También imitan los roles de sus progenitores, sienten preocupación o enfado por la actitud de la madre víctima, pero curiosamente muestran admiración ante el poder y la fuerza del padre violento. Presentan más miedos, problemas académicos, conductas agresivas, aislamiento, ansiedad o depresión, y disminución de su autoestima. 
La familia está considerada como el primer agente socializador del niño y el más determinante en la instauración de modelos apropiados de funcionamiento social. La transmisión de la violencia de los padres a sus hijos ha sido motivo de estudio en numerosos trabajos, y se ha demostrado que los niños expuestos a violencia, comparándolos con no expuestos, con mayor frecuencia maltratarán a sus parejas en etapa adulta, mientras que las niñas expuestas serán con mayor probabilidad víctimas de maltrato por sus parejas. Actualmente, el objetivo de numerosas instituciones familiares e infantiles independientes y relacionadas directamente con el poder público es erradicar la transmisión de la violencia de género entre generaciones.

Más de 500.000 niños son víctimas y testigos de malos tratos en sus hogares


Más de un millón y medio de españoles han sufrido malos tratos cuando eran niños en el contexto de la violencia de género ejercida contra sus madres y 517.000 se encuentran actualmente en esta situación, según la Macroencuesta de Violencia de Género elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) a petición del extinto Ministerio de Igualdad.
La encuesta estima que el 10,9% de la población femenina en España, más de 2,15 millones de mujeres, ha sufrido malos tratos alguna vez en su vida y, más de 600.000 lo padecieron al menos durante el último año.
De ellas, siete de cada diez dijo tener hijos menores de edad, por lo que se calcula que unos 800.000 niños estarían viendo en la actualidad la violencia sobre sus madres, el 10% de la población infantil del país. Así, 2,8 millones de españoles habrían pasado por esto siendo niños.
En más de la mitad de los casos, los menores, además de ser testigos, han sufrido directamente la violencia, porcentaje que llega al 61,7% entre quienes han sufrido maltrato durante el año anterior. Por eso, el informe concluye que casi 1,5 millones de españoles habrían sufrido violencia en este contexto y casi 517.000 menores maltratados así en la actualidad.
En cuanto al número de víctimas de violencia de género en España, el 10,9% de la población femenina, el informe explica que se ha duplicado la cifra de quienes reconocen haber sufrido maltrato respecto de 1999, cuando suponían el 5,1%. En 2006, cuando se realizó el último sondeo, eran el 6,3%.
No obstante, también ha aumentado la cifra de mujeres que dicen haber salido de esta situación: en 1999 eran el 2,9% de las entrevistadas, en 2006 supusieron el 4,6%, y, el año pasado, fueron el 7,9% de quienes reconocieron haber padecido malos tratos de un hombre con quien mantenían una relación.
En cuanto a las denuncias, el 72,6% de las víctimas nunca ha denunciado a su agresor y de las que acudieron a la justicia, una de cada cuatro desistió en su empeño: más de 150.000 mujeres.
Respecto a la nacionalidad, en 2011 el 20,9% de las mujeres extranjeras habían sufrido maltrato alguna vez en la vida y, de ellas, el 5,8% también durante el año previo, mientras que el 15,1 habían salido ya de esa situación. "En todos los casos, la prevalencia de la violencia de género entre las extranjeras duplica la de las mujeres españolas", alerta el informe.
En este sentido, apunta que de cada cien mujeres maltratadas en el último año, el 85,5 por ciento eran españolas y el 14,5 por ciento, extranjeras, lo que significa que 469.317 foráneas han sido víctimas de violencia de género alguna vez y 130.241 en el año previo a la encuesta.

Peor salud

Por otra parte, el CIS pregunta por la salud de las mujeres y concluye que el maltrato la deteriora. El 34,3% de las encuestadas dijo que se encontraba regular, mal o muy mal, porcentaje que ascendió al 42,7% entre quienes habían reconocido sufrir violencia de género alguna vez en su vida y al 43,9 entre quienes lo padecieron en el último año. Así, el 20% de las víctimas de violencia identificó su estado de salud como "muy malo".
En este sentido, señala que la prevalencia de males como dolores de cabeza, resfriados, ganas de llorar sin motivos, cambios de ánimo, ansiedad o angustia, inapetencia sexual, irritabilidad, insomnio o tristeza al pensar que una no vale nada, es mayor entre quienes han sufrido maltrato en el último año que entre el resto.
En cuanto a la discapacidad, el 7,3 por ciento de las mujeres que habían sufrido violencia alguna vez dijo tener "un problema grave", cifra que se eleva al 8,3 por ciento entre quienes habían sido maltratadas en el último año. En total, el 5,9 por ciento de quienes tienen alguna discapacidad había sufrido malos tratos en el año previo a la encuesta, casi tres puntos por encima de la media.

La separación como salida

La macroencuesta revela asimismo que un 27% de las mujeres que habían sido maltratadas estaban aún casadas, mientras que el 13,4% estaba separada y el 21,6 por ciento, divorciada. El 30,6 por ciento permanecía soltera. "Podría concluirse que la forma que utilizan las mujeres para intentar salir de la violencia es la separación de su maltratador", explica el estudio.
"Tan sólo un poco más de la mitad de las separadas y divorciadas no ha sufrido nunca violencia de género. La prevalencia de la violencia de género alguna vez en la vida entre separadas (48,6%) y divorciadas (49,6%) es muy superior a la media y, particularmente, a la de las casadas (5,3%)", explica el informe.